El estrés puede ser nuestro mayor enemigo o mayor aliado. Este mecanismo, cuyas funciones son adaptativas, es positivo para nuestro desarrollo evolutivo siempre que se produzca en niveles moderados. No obstante, cuando la sensación de alerta se extiende en el tiempo debido a la falta de recursos psicológicos, la presencia del estrés puede convertirse en un problema para la salud mental y física. De hecho, sus consecuencias pueden ser tan perjudiciales que en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) oficializó el Síndrome del Burnout como enfermedad laboral.

8 claves para gestionar el estrés

Con el objetivo de evitar los efectos negativos del estrés y sacarle el máximo provecho, te contamos algunas técnicas para modificar tus hábitos y cuidar de tu salud.  

Descanso adecuado 

La falta de sueño puede provocar que nuestro cuerpo libere cortisol, la hormona del estrés, tal y como sucedería en una situación de peligro. Es decir, una rutina de sueño adecuada facilitará que nuestro organismo regule los niveles hormonales.  

Además, no solo debes tener en cuenta cuidar tus horas de sueño, sino que también te recomendamos tomar pequeños descansos a lo largo del día. El silencio, pasar tiempo con tus amigos, ver una serie, leer o viajar también son una necesidad.  

Ejercicio físico 

El deporte tiene efectos positivos tanto a nivel físico como psicológico: fortalece la autoestima, aumenta la resistencia física y psicológica, estimula la producción de las “hormonas de la felicidad” y mejora las funciones del sistema cardiovascular, respiratorio, linfático y metabólico. Además, una de las virtudes del ejercicio físico es que desplaza la atención de los conflictos psicológicos. 

Alimentación equilibrada 

Adoptar un estilo de vida saludable también implica escoger alimentos equilibrados, nutritivos y de fácil digestión. Al fin y al cabo, una comida copiosa o rica en grasas saturadas reducirá nuestros niveles de energía, dando lugar al malhumor o al estrés. 

En su lugar, opta por una dieta rica en verduras y frutas, trata de mantener un horario regular y, sobre todo, come con calma. 

Humor 

La risa estimula la segregación de endorfinas y reduce la respuesta al estrés. Además, el humor fomenta la distracción, aparta la atención de las circunstancias que generan estrés y nos ayuda a reinterpretar lo que sucede. Tendrás más opciones de escoger la perspectiva positiva en lugar de la negativa.  

Identificación del problema 

Para que una situación se transforme en un problema, debe haberse dado un fracaso en la búsqueda de soluciones. Esto puede derivar en un malestar crónico y una sensación de impotencia.  

Las técnicas de solución de problemas ayudan a quien las aplica a decidir cuáles son las respuestas más adecuadas. Para ello, se identifica y describe el problema de forma clara y se buscan posibles soluciones desde distintos puntos de vista. Luego, se barajan las distintas alternativas para decidir la opción más idónea, se definen y ejecutan los pasos y se realiza una evaluación de la solución que se haya escogido.  

Desensibilización sistemática 

De una forma similar a la técnica anterior, este método te ayudará a controlar las reacciones al estrés o cualquier emoción negativa. A través de la relajación progresiva de Jacobson —la contracción y relajación de los músculos— podrás reconocer el nivel de tensión de las distintas zonas de tu cuerpo.  

Mindfulness 

Esta técnica de meditación o ‘atención plena’ nos recuerda que el presente es lo único seguro y que las expectativas son el resultado de la idealización. Además, de que existen acontecimientos que escapan a nuestro control, especialmente cuando intervienen otras personas. En definitiva, el mindfulness te será útil para trabajar la aceptación. 

Aunque el estrés pueda ser beneficioso en determinadas circunstancias, experimentarlo de forma crónica es muy perjudicial. Sin duda, modificar ciertos hábitos y aplicar algunas de estas técnicas puede ser beneficioso para tu salud psicológica y física. No obstante, si no observas mejoría, te recomendamos buscar ayuda profesional.  

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