La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. El clamor de ChatGPT no ha sido más que una píldora explosiva de algo que lleva años desarrollándose y que, también afecta al mundo de las motos. Descubre cómo algunas empresas trabajan en el desarrollo de su propia tecnología de IA para aplicarla en las carreteras.

La inteligencia artificial entra de lleno en el mundo de las motos 

Hasta el momento, lo único que se conocía relacionado con la IA en la industria de las motos eran básicamente conceptos. Lo más cercano fue lo que Yamaha llamó en el año 2017 MOTOROiD: una idea futurista que mostraba cómo una moto jugaba con el AMCES (Active Mass Center Control System) y el centro de gravedad, para mantenerla en marcha, sola y en forma vertical. 

Desde entonces, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Y lo que alguna vez parecía un simple prototipo o una idea distante, hoy se ha convertido en una realidad. 

El avance de los algoritmos de la Inteligencia Artificial ha permitido que se desarrollen nuevos sistemas de control automatización como el ADAS (Advanced Driver Assistance System) de la empresa de herencia italiana Iso Motorcycles. 

¿Qué es el ARAS? 

Según Rider Dome, su desarrollador, es un sistema avanzado de asistencia al conductor basado en la visión por ordenador e IA, que brinda a los pasajeros alertas en tiempo real contra amenazas críticas en el camino. Al identificar peligros potenciales, mejora notablemente la seguridad en la conducción. 

¿Cómo funciona el sistema ARAS? 

ARAS está desarrollado por Rider Dome y aplicado por Iso. La Inteligencia Artificial es la principal protagonista de este avanzado sistema de conducción, ya que combina las cámaras delanteras y las traseras para que monitoreen el tráfico en tiempo real. Mientras la moto circula por la carretera, los radares van captando la información que transmite a una IMU con IA. 

Las pequeñas cámaras se instalan en la parte delantera, justo debajo de las ópticas, y, en la dimensión trasera, acoplada al portamatrículas. Y los sensores de alerta se montan como una especie de pinza con clip en los retrovisores izquierdo y derecho.  

Es importante destacar que el sistema no apunta a que la IA sea intrusiva ni que conduzca de forma totalmente autónoma. El objetivo es que, con la información recibida, se transmitan al piloto alertas para que sepa cómo conducir por la carretera.   

Este sistema inteligente y sofisticado está diseñado para detectar y advertir sobre puntos ciegos, mantener distancias de seguridad adecuadas y prevenir choques inminentes. Con ello, se pretende que se reduzca en un 40% el índice de siniestros en conducción de motos.  

Beneficios del sistema ARAS 

El sistema ARAS ofrece una serie de beneficios destacados para los conductores. Entre ellos se pueden mencionar:  

1. Seguridad. Ha sido probado por pilotos expertos durante miles de horas en condiciones normales y extremas para garantizar que sea fiable y efectivo. 

2. Tecnología avanzada. El sistema utiliza una visión por ordenador, alertas en tiempo real, análisis de datos, creación de perfiles de motociclistas y tecnologías en la nube para ofrecer una seguridad integral para los conductores. 

3. Protección. El desarrollo genera alertas no intrusivas, proporcionando al conductor el tiempo suficiente para que pueda reaccionar y, así, evitar o reducir inminentes accidentes de tráfico.  

4. Capacidades 360. Se emplean avanzados algoritmos de fusión de sensores y visión artificial basada en IA para analizar imágenes en tiempo real (de cámaras delantera y trasera) y sensores para detectar y evaluar amenazas a 360 grados alrededor del conductor.  

¿Es posible aplicarlo en todas las motos? 

El ARAS no solo es apto en las motos fabricadas por la empresa Iso Motorcycles. En sus bocetos se puede ver que ya lo han probado en modelos deportivos, por lo que podría ser instalado como equipamiento extra en cualquier otra compañía.  

En conclusión, el futuro de la Inteligencia Artificial en la conducción de motos es inminente. Sin embargo, el conductor seguirá siendo el protagonista. Aún falta mucho camino por recorrer para que las máquinas conquisten la industria de las motocicletas.