En 2017 una de cada diez personas mayores de 15 años en España había recibido un diagnóstico relativo a algún problema de salud mental: un 6,7% de los españoles sufría ansiedad y otro 6,7%, depresión. Durante 2020, año marcado por la pandemia, un estudio europeo impulsado por la Fundación AXA en España revelaba que los españoles eran los europeos que más problemas tenían de salud mental a causa de la ola de Covid-19 que asolaba el planeta. Pero no solo los españoles nos sentíamos mal, la pandemia generó muchos problemas en la salud emocional de los europeos, y más de la mitad reconocía haber sentido momentos de “tristeza, depresión y ansiedad”.

Estos datos no hacen sino reforzar aquello sobre lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene alertando en los últimos meses: la próxima pandemia en países desarrollados será la de la salud mental.

Una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en febrero de 2021 alertaba de que un 41,9% de los encuestados ha tenido problemas de sueño mientras que más de la mitad, un 51,9% decía sentirse cansado y con pocas energías. El Consejo Nacional de Psicología va un poco más allá y explica que un 40% de los encuestados tiene síntomas de depresión moderada o grave mientras un 30% sufría problemas de ansiedad. No en vano, más de 2 millones de españoles consume ansiolíticos a diario y España se sitúa como el país de Europa, tras Portugal, que más medicamentos de este tipo consume. Eso sí, la ratio de 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 pacientes que tiene España está muy lejos de la media europea que se sitúa en 18 psicólogos por 100.000 pacientes.

Pero ¿cuáles son las señales que hay que tener en cuenta para empezar a ocuparnos de nuestra salud mental?

- Problemas de sueño: si siempre has dormido poco y ahora sientes que te has convertido en una marmota o si nunca has tenido problemas para conciliar el sueño y llevas una época en la que repasas tres veces la lista de la compra antes de conseguir dormir deberías preguntarte qué está pasando y tener en cuenta que los cambios más o menos duraderos en los patrones de sueño pueden indicar que estás teniendo problemas de salud mental.

- Arrebatos emocionales: es normal que haya días que nos levantemos más alegres y otros en los que parezca que no nos sale nada a derechas y que ello conlleve diferentes estados de ánimo pero cuando se producen de forma más o menos habitual cambios repentinos, de carácter fuerte y dramático podemos encontrarnos con una señal de alerta que deberíamos estudiar.

- Sentirse ansioso o preocupado: está claro que no estamos pasando por una época sencilla por lo que estar algo preocupado entra dentro de la normalidad pero el problema aparece cuando esta preocupación o ansiedad se convierte en un continuo que interfiere incluso en nuestras actividades diarias ya que podemos encontrarnos ante un problema de ansiedad. Además, conviene estar atento a otros signos físicos como palpitaciones, dificultades respiratorias, temblores, dolores de cabeza, mareos o sudoración.

- Falta de motivación: muchas personas identifican la depresión con la tristeza pero lo cierto es que se asemeja más a la apatía o la pérdida de interés por cosas que antes sí nos resultaban relevantes. Cuando se produce una importante sensación de constante falta de energía y de motivación podemos encontrarnos ante los primeros signos de alarma de una depresión y es importante buscar ayuda profesional.

Recuerda que la Fundación AXA, junto al Consejo Nacional de la Psicología, puso en marcha el año pasado una guía para cuidar tu salud emocional en diez pasos. Además, en su labor por concienciar a la sociedad acerca de la importancia de identificar los problemas de salud mental para poderlos prevenir, ha impulsado junto a laSexta, a través de Constantes y Vitales, una campaña de concienciación en la que participan rostros conocidos de la televisión. Aquí puedes ver todos los vídeos.

Es importante tener en cuenta que la salud mental es tan relevante como la física y que si cuando nos rompemos una pierna acudimos al traumatólogo, seguimos sus pautas y no pretendemos curarnos “poniendo de nuestra parte” o “cambiando de actitud”, lo mismo debe suceder con la salud psíquica. Por eso en los seguros de salud de AXA incluimos servicios de psicología además de contar con AXA Bienestar cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida y el bienestar de nuestros asegurados. 

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