La pandemia provocada por el coronavirus ha cambiado muchos aspectos de nuestra forma de vida, y uno de ellos ha sido el ahorro. En 2020, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los hogares españoles situaron su tasa de ahorro en el 14,8% de su renta disponible, la tasa más alta de la serie histórica que comenzó a registrarse en 1999. Esto posiciona a España como el cuarto país desarrollado, por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, en el que más ha crecido el ahorro familias durante los meses que dura la pandemia.

Aunque, eso sí, este fenómeno no es solo español. La agencia de calificación de riesgos Moody’s calcula el total ahorrado por las familias de todo el mundo en 5,4 billones de dólares (unos 4,5 billones de euros) más que en el 2019. Esto equivale, aproximadamente, a un 6% del PIB global a lo que Moody’s añade como dato que, si todas esas familias decidiesen gastar un tercio de lo ahorrado en este año de pandemia, el PIB mundial aumentaría tanto este año como el siguiente un 2%.

La mayor parte de este ahorro, según las conclusiones del Banco de España, se debe a que la caída del consumo en los hogares ha sido mucho más pronunciada que la que han sufrido las rentas. Como señala la OCDE, la mayoría de los Gobiernos de los países desarrollados, empezando por Europa y siguiendo por Estados Unidos, han seguido políticas de mantenimiento de las rentas, como por ejemplo en España con el caso de los ERTE. Además, el Banco de España señala que, aunque esa caída del consumo está muy marcada por el confinamiento y las restricciones a la movilidad que han ido decretando las distintas autoridades también existe un componente importante que tiene que ver con la precaución ante un momento que se percibe como de gran incertidumbre tanto sanitaria como económica.

También hay que tener en cuenta que esta importante bolsa de ahorro acumulada se encuentra principalmente entre las personas de rentas más altas, no solo porque los hogares de rentas más bajas tienen una capacidad de ahorro mucho menor sino también porque las personas con alto poder adquisitivo tienden a gastar más en servicios que se han visto muy afectados por el virus, como el sector viajes, la restauración o los eventos culturales.

Este ahorro se ha concentrado principalmente en los depósitos bancarios cuyo volumen ha alcanzado los 919.000 millones de euros, batiendo también récord desde el inicio de los registros estadísticos al respecto. Esta forma de ahorro va unida a ese concepto de incertidumbre por el que la mayoría de la gente prefiere tener el dinero en su cuenta bancaria para contar con liquidez si hubiese algún imprevisto o la situación cambiase para peor. Sin embargo, la mayoría de los expertos recomiendan que parte de esa bolsa de ahorro se emplee de cara a futuro, ya sea aportando a los planes de pensiones que se tengan contratado o sumando a los planes de ahorro ya que, señalan, mantener ese dinero acumulándose en las cuentas bancarias no nos ofrece ningún beneficio. Así que, en el Día Mundial del Ahorro, ¿qué mejor idea que revisar nuestras cuentas y plantearnos un ahorro beneficioso para nuestro futuro?

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