El 8 de mayo se celebra el Día del cáncer de ovario que busca sensibilizar sobre una enfermedad que cada año es diagnosticada a casi un cuarto de millón de mujeres en todo el mundo y al que se considera responsable de 140.000 muertes al año. Es el sexto cáncer más habitual en mujeres y, si lo comparamos con el cáncer de mama, es más peligroso ya que solo un 45% de las mujeres que lo padecen tienen probabilidades de sobrevivir cinco años en comparación con el 89% de las que padecen cáncer de mama.

Por ello, es muy importante la detección temprana ya que, si la enfermedad se localiza solo en el ovario hay más probabilidades de éxito con el tratamiento. Sin embargo, el cáncer de ovario se descubre normalmente cuando ya se ha extendido a la pelvis y el abdomen y empieza a provocar síntomas más evidentes. Uno de los problemas de este tipo de cáncer es precisamente que los síntomas a menudo se confunden con otras causas ya que suelen ser los siguientes:

- Hinchazón abdominal.

- Sensación rápida de saciedad al comer.

- Molestias en la zona de la pelvis.

- Necesidad frecuente de orinar.

- Cambios en los hábitos intestinales.

Es importante acudir al médico si se tienen estos síntomas al igual que se debe hablar con nuestro facultativo si tenemos antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama para evaluar los posibles riesgos. Las formas más habituales de detectar este tipo de cáncer son con una ecografía transvaginal, el análisis de los marcadores tumorales así como una resonancia magnética o un escáner. Pero, como decíamos antes, muchas veces se confunden los síntomas y no se acude al médico por lo que entre el 75 y el 80% de los casos se detectan ya en fases avanzadas. Por eso es tan importante la concienciación.

En cuanto a los factores de riesgo, aunque se considera que puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en mujeres de entre 50 y 60 años. Influye también el hecho de que se haya tenido el inicio de la menstruación a edad temprana o la menopausia tardía.

Hay que tener en cuenta que existen tres tipos de cáncer de ovario, que son los siguientes:

- Carcinoma epitelial. Es el más común ya que representa entre un 85%-90% de los cánceres de ovario detectados y es más habitual en mujeres a partir de los 50 años. El carcinoma epitelial se desarrolla a partir de las células de la capa externa del ovario.

- Tumores de células germinales. Es menos frecuente -alrededor de un 10% de los casos- y suele afectar a mujeres jóvenes, menores de 25 años. Este tipo de cáncer se desarrolla en las células que generan los óvulos.

- Tumor del estroma. El más infrecuente de los tres y que afecta a mujeres de cualquier edad aunque se localiza más habitualmente entre los 30 y los 50 años. El tumor del estroma se forma en las células que producen las hormonas sexuales femeninas.

Sea cual sea el tipo de cáncer, los riesgos son menores si se detecta a tiempo, por eso es tan importante estudiar nuestro cuerpo para notar los cambios en el caso en el que aparezcan síntomas y acudir al médico lo más pronto posible. Igualmente, no hay que olvidar las revisiones ginecológicas habituales y compartir con el médico la información de antecedentes familiares con enfermedades similares.

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