Cómo la nueva normativa europea PSD2 hace más seguros tus pagos con tarjeta

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05/11/2020

Cómo la nueva normativa europea PSD2 hace más seguros tus pagos con tarjeta

El desarrollo tecnológico lleva años transformando nuestra realidad, desde la manera de hacer negocios hasta la forma de consumir. Pero este proceso se ha visto acelerado por la aparición de una pandemia mundial. En apenas unos meses la vida se ha digitalizado aún más para frenar la propagación del coronavirus: el teletrabajo se ha democratizado, las compras online se han multiplicado y el ocio y la cultura se han abierto paso a través de nuevas experiencias en línea que jamás hubiéramos imaginado.

En este contexto, la seguridad electrónica se ha convertido en una de las principales preocupaciones de usuarios, comercios y entidades bancarias. Por ello resulta tan importante la entrada en vigor de una nueva norma de pagos a través de Internet. Hablamos de la PSD2 (Payment Services Directive 2), una normativa europea que promete reforzar la seguridad, la transparencia y la eficiencia de los servicios de pago electrónicos y regular la entrada de nuevos operadores en el comercio online.

La PSD2 no es nueva, o al menos no del todo. Se trata de una actualización de la anterior Directiva de Servicios de Pago (o PSD1) que se aprobó en 2007, la cual se puso en marcha con el objetivo de crear un mercado único de pagos dentro de la Unión Europea. Gracias a la PSD1 se introdujo, entre otras cosas, el concepto de instituciones de pago y del Área Única de Pagos en Euros. Y ahora, la aplicación de la PSD2 trae consigo otras novedades enfocadas a armonizar el mercado europeo de los pagos electrónicos, aunque estas podrían resumirse en: posibilitar nuevas formas de pago y hacerlas más seguras.

Las cinco novedades más importantes de la PSD2 para los clientes

1) Doble identificación para comprar por Internet

En materia de protección, una de las principales novedades es el cambio de procedimiento en las compras online mediante la llamada ‘Autenticación Reforzada de Clientes’. Es decir, la mayoría de pagos electrónicos requerirán de una verificación más contrastada. Los usuarios deberán utilizar al menos dos elementos de autenticación a elegir entre: algo que posean, como una tarjeta o un teléfono móvil; algo que sepan, como una contraseña o un código temporal que le haya sido enviado; o algo únicamente suyo, como una huella dactilar, la voz o el reconocimiento facial.

A partir del 1 de enero de 2021, el sistema bancario español implementará esta medida para adaptarse a la Directiva Europea, acordando con sus clientes el doble factor de autenticación. Se busca con ello combatir las actividades fraudulentas y hacer que los pagos online sean más seguros para los consumidores. La normativa también contempla que el cliente decida para cada proveedor si desea tener una única autenticación, dos o ninguna, en función de la relación de confianza que tenga con los mismos.

Dichos factores de autenticación se solicitarán en los siguientes supuestos: cuando se realice una compra en un comercio electrónico que opere dentro de la Unión Europea o cuando se introduzcan los datos de la tarjeta bancaria en una web para llevar a cabo futuros pagos online aunque en ese momento no se adquiera nada (por ejemplo, una suscripción mensual a una plataforma de contenido audiovisual en streaming o a un medio de información).

2) Adiós a las plataformas intermediarias de pago

Otro cambio en materia de seguridad que cabe destacar es que las plataformas de terceros a las que nos redirigían durante el proceso de compra desaparecerán y, por tanto, las tiendas online podrán vender sus productos sin que el usuario se vea obligado a abandonar la web. Esto simplifica la operación y garantiza que la comunicación para pagar se haga directamente entre el banco y el comercio, sin intermediarios innecesarios que puedan almacenar datos sensibles.

3) Pagos sin usar la tarjeta bancaria ni introducir sus datos

Los bancos verificarán cualquier pago electrónico con tarjeta a través de un código de seis dígitos (Código de Identificación Personal) enviado por mensaje de texto al teléfono móvil del cliente. Y a partir del 1 enero de 2021, las entidades financieras también consensuarán con el cliente si desea, a futuro, aceptar todos los pagos de un comercio en el que ya ha realizado una transacción o, por el contrario, prefiere rechazarlos o limitarlos. En caso de aceptar, el cliente ya no tendría que meter ese código de seis dígitos cada vez.

4) Mejor experiencia diaria para el usuario

Además de una mejor seguridad gracias al sistema de doble autenticación, los usuarios podrán disfrutar de otras ventajas como: un mayor ahorro, ya que los pagos con tarjeta no podrán tener recargos; una mayor protección en caso de fraude, dado que el usuario solo será responsable de pagos no autorizados de hasta 50 euros (cifra a partir de la cual se hará cargo el proveedor) y no de hasta 150 como recogía la directiva anterior; y un mayor control, gracias al registro público de instituciones de pago de la Autoridad Bancaria Europea (EBEA).

5) Una visión global de las finanzas personales

La directiva abre el mercado europeo a nuevas empresas, entre las que se encuentran aquellas que ofrecen un servicio de información sobre cuentas (más conocidas como AISP, Account Information Services Provider). Básicamente, permiten tener una visión global de las distintas cuentas bancarias abiertas por un titular desde una sola plataforma, de tal manera que no sea necesario ir entrando en la banca online de cada entidad para consultar su estado, sino que en un misma web o aplicación se recojan todos los ingresos, los gastos y el saldo de las diferentes cuentas asociadas a un mismo nombre.

 

 

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