ACCIONISTAS
La responsabilidad de AXA hacia sus accionistas implica garantizar la viabilidad de la actividad a largo plazo y la consiguiente creación de valor. Ello se ha de sustentar en un Gobierno Corporativo transparente y sólido y en una cultura de ética empresarial, definida en un Código de Deontología Profesional. El Gobierno Corporativo de AXA tiene en cuenta, además, el impacto que el negocio tiene en la sociedad en general, lo que se ha de transformar en un esfuerzo para integrar las cuestiones sociales y medioambientales en los procesos de gestión y en las estrategias de inversión de la compañía.
SÓLIDO GOBIERNO CORPORATIVO
En 2008, el Grupo AXA decidió adoptar el código de Gobierno Corporativo creado por la Association Française des Entreprises Privées (Afep) y por el Mouvement des entreprises de France (Medef), conocido como el Código AFEP/MEDEF de gran aceptación internacional. Así, por ejemplo, las normas de Gobierno Corporativo del Grupo AXA exigen que los órganos directivos de las filiales establezcan una Comisión de Auditoría y un Comité de Remuneración. Además, AXA cuenta con procedimientos de control interno para prevenir y gestionar los riesgos relacionados con la gestión y garantizar que la información financiera refleja con precisión la actividad de la compañía.
En España, AXA aplica los estándares de Gobierno Corporativo del Grupo AXA, adaptados a la legislación española. Al mismo tiempo, AXA está adherida a las Guías de Buenas Prácticas de UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro).
La información a los accionistas – institucionales o individuales -, clara, comprensible y amplia es una prioridad para AXA. De forma regular, el Grupo mantiene encuentros con los accionistas a los que, además, facilita la documentación y publicaciones sobre la evolución de la compañía, cumpliendo unos rigurosos estándares de claridad y transparencia.
Esta gestión transparente ha llevado a AXA a ser distinguida como una de las compañías que más cuidan la información a sus accionistas desde hace muchos años (por ejemplo, el Club de Assureurs eligió el informe anual de AXA en 2002 como el mejor del ejercicio).
ÉTICA EMPRESARIAL
La conducta y la ética empresarial de AXA España están claramente definidas en el Código de Deontología Profesional del Grupo AXA. A este código, que comprende aspectos como la lucha contra el blanqueo de capitales o la corrupción o la política de compras, se adhieren todos los empleados de AXA.
Por su parte, las sociedades de AXA con actividad en el ámbito de la comercialización de acciones y participaciones en Instituciones de Inversión Colectiva (AXA Ibercapital Agencia de Valores, S.A. Unipersonal) y gestión de fondos de pensiones (AXA Pensiones. S.A. EGFP), cuentan con sus correspondientes Reglamentos Internos de Conducta conforme a la legislación vigente.
FACTORES SOCIALES Y MEDIOAMBIENTALES EN LA GESTIÓN DEL RIESGO
El Grupo AXA está trabajando en la integración de aspectos sociales y medioambientales en su Gobierno Corporativo, modelo de gestión de riesgos y estrategia de inversión.
El Grupo AXA cuenta con una división específica (Gestión de Riesgos) que es la responsable de identificar, cuantificar y gestionar los riesgos principales a los que la aseguradora está expuesta. No sólo se trata de evitar estos riesgos, sino también de ser capaces de entenderlos y gestionarlos de una manera óptima, con el objetivo de obtener la mejor relación posible entre riesgo y rentabilidad. Este equipo, que cuenta con más de 250 expertos repartidos por todo el mundo, permite evaluar la situación del Grupo y evitar la volatilidad en los resultados.
El modelo de gestión de riesgos permite a AXA aprovechar su carácter multinacional. Repartir los riesgos a escala mundial posibilita a AXA tomar más riesgos a nivel local, sin aumentar el riesgo global. Gracias a este enfoque, el capital necesario para cubrir todas las necesidades del Grupo es significativamente menor que la suma total requerida por cada una de sus filiales. De esta forma, el Grupo AXA optimiza la gestión el capital económico y refuerza su solvencia financiera.
La forma en la que se gestionan los riesgos es dinámica, ya que cambia junto a las nuevas necesidades sociales y medioambientales. De hecho, durante los últimos años, el sector asegurador se ha tenido que enfrentar a las consecuencias financieras de los nuevos riesgos, denominados "emergentes", como los problemas ambientales (incluido el cambio climático), sociales e, incluso, los políticos. Estos riesgos son difíciles de evaluar mediante técnicas convencionales aunque los mecanismos de aseguramiento no son diferentes. Además, la historia del sector asegurador ha demostrado que se puede integrar y dar cobertura a los riesgos emergentes.
El papel de AXA consiste en ayudar a los clientes a identificar cuáles son estos nuevos riesgos y cuantificarlos. En este contexto, la innovación de productos es esencial e impulsa al Grupo AXA a poner en el mercado nuevas fórmulas aseguradoras.
En este camino, además, AXA ha puesto en marcha un plan de continuidad del negocio que se aplica en casos de crisis y que garantiza la no interrupción de los servicios en todo el mundo. De hecho, desde 2004, el Grupo AXA ha implantando este plan de continuidad de negocio en todo el mundo.
INVERSIÓN RESPONSABLE
En 2007, el Grupo AXA adoptó la decisión de desinvertir en holdings o compañías que producen o venden bombas de racimo o minas antipersona. La decisión, acorde a las conclusiones de las convenciones internacionales de Ottawa y el proceso de Oslo, se aplica a todas las inversiones del Grupo en el mundo de forma directa (AXA no tiene potestad legal sobre aquellas inversiones que gestiona en nombre de terceros para imponer su criterio).
En 2015, el Grupo AXA se desprende de su inversión en fondos de carbón de alto riesgo, valorado en unos 500 millones de euros, debido a la amenaza que producen a largo plazo para el cambio climático. Así mismo adquiere un compromiso para triplicar sus inversiones en tecnologías verdes y servicios a más de 3 mil millones de euros en 2020, y a proporcionar a los inversores más información sobre el riesgo de sus fondos desde el punto de vista del cambio climático.
También en 2016, el Grupo AXA se desprende de sus activos en la industria del tabaco. La incidencia de enfermedades de largo plazo no transmitibles (NCDs), que incluye el cáncer, enfermedades de corazón, enfermedades crónicas respiratorias, se está incrementando y son las responsables del 68% de todas las muertes a nivel mundial. En este contexto, como una aseguradora responsable, el Grupo AXA decide desprenderse de sus inversiones en la industria del tabaco, valoradas en unos 1.700 millones de euros.
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